Si en algo demuestra ser verdaderamente hábil el que seguramente será por segunda vez candidato a Alcalde por el PP es volviendo del revés las cosas que están al derecho utilizando su acostumbrada vehemente oratoria que a algunos nos retrotrae a épocas pasadas.
Tras oírlo – pese a todo, a mí no me da ningún repelús – casi me dejó convencido de la inocencia del PP respecto del desastre económico en que ha terminado la sentencia del caso Vandowska.
Pero luego, removiendo en mis recuerdos de hace una década, me viene a la memória la manera en que me despachó el arquitecto Rokiski cuando fui a verle tras desestimarme una reclamación que presenté al PGOU respecto del local de mi antiguo taller, diciéndome que “de qué me estaba quejando cuando con el nuevo PGOU me habían hecho rico”.
Y me hizo tan rico que, como otros muchos industriales, tuve que cerrar aquel local que el PGOU hizo obsoleto y marcharme a las afueras. Hoy aquel local sigue igual que entonces y, si es que hoy tengo algo más de lo que entonces tenía, es por mi trabajo en mi negocio y no por ninguna maniobra especulativa.
La crispación con que salí de aquella “audiencia” que me concedió la mano derecha urbanística del ex alcalde Moliner me permite entender el porqué de la crispación de los promotores y de los constructores, dadas las formas y el trato dispensado por aquellos del gobierno del PP de la mayoría absoluta, y ver como cosa normal el que algunos de ellos, tras sentirse lesionados, procediesen con pleitos contra el Ayuntamiento; porque si mi abogado no me hubiese dicho que no tenía nada que hacer, probablemente hoy yo sería otro pleiteante en contra del Ayuntamiento.
Estos recuerdos me despiertan y me hacen regresar a la realidad de la situación actual que resumiré mediante un símil:
Primero el PP cargó los cañones con proyectiles incendiarios, los apuntó hacia determinados objetivos urbanísticos, los disparó y provocó incendios por doquier. Y ahora resulta ser que la culpa es sólo de los bomberos que están hoy al frente del Ayuntamiento que no han podido apagar el fuego provocado por el PP en el asunto Vandowska que avanza totalmente descontrolado.
