El proyecto de la piscina cubierta fue incluido en el Plan Camps por el anterior equipo de gobierno con un importe de 2.916.704 €, de los cuales 571.000 € los financiaba la Diputación, por resolución suya en el Pleno del 18 de Julio del 2008.
Puesto que el Plan Camps lo permite, la Diputación había quedado enterada de que la parte que debía de poner el Ayuntamiento la asumiría la Generalitat, tras haber sido aprobada la inclusión de la piscina dentro de dicho plan. Es más aún, el procedimiento que se ha seguido fue concertado con el responsable de deportes de la Diputación el señor Gual.
Miente descaradamente el señor Molinos cuando escribe que no hay trazas en el Ayuntamiento de ninguna documentación. Tanto papeleo como el que se ha generado no es posible ni esconderlo ni destruirlo. Búsquela -que no la ha buscado bien- y la encontrará.
Tras el viaje del alcalde a la Diputación, miren por donde, la parte que iba a poner la Diputación ahora la tendrá que poner el Ayuntamiento ¡Ya está bien! ¿Qué clase de negocios están haciendo para nuestra ciudad? Cómo puede permitir el alcalde que la Diputación se salte ¡un acuerdo de su Plenario! y que ya no ponga el dinero que ahora nos reclama la Generalitat, si es que queremos que inicien el proyecto y que nos cuelen el pago que tenía que hacer la Diputación. ¿A que eso suena a chantaje?
De verdad que estamos muy preocupados por los resultados de la “dedicación absoluta” del alcalde, porque sus reuniones en la Generalitat y en la Diputación siempre terminan perjudicando a Vinaròs que acaba haciéndose cargo de los compromisos de los demás. ¿Qué está pasando? ¿La Diputación no tiene dinero? ¿Si lo tiene donde está? ¿Ha ido a parar quizás en cubrir la piscina de la Todolella como hemos visto en la prensa de estos días? ¿Porqué nos castigan ahora a asumir una deuda que tiene la Diputación por Vinaròs con la Generalitat?
Señor Molinos, no nos vale que pacten con la Diputación una inversión deportiva de similar importe para otra instalación, porque desde el 2008 ya ha pasado tiempo más que suficiente para que, además de la piscina, nos asignen otra instalación más.
Renunciar como han renunciado el resto de partidos a la partida de la Diputación es plegarse a la imposición de “o así, o nada”. El voto en contra del PVI obedece únicamente a esta maquinación entre el alcalde, la Diputación y la Generalitat, porque es otro expolio más a los bolsillos de los vinarocenses, que es lo único que han hecho en el PP desde que han entrado, subiéndose sueldos, contratando cargos, reinstaurando las basuras, etc.
Plántense de una vez ante los suyos y reclámenles lo que nos toca en derecho porque, si no, ¿de qué nos vale que el gobierno municipal tenga el mismo color que el de la Diputación y el de la Generalitat? ¿Acaso no era esta la gran ventaja de la que alardearon en la pasada campaña?
Queremos la piscina igual o más que nadie. Para aprobarla el PP, con su mayoría absoluta, no nos necesita para nada, todo el mundo sabe que nuestro voto en contra no afecta al resultado y que la piscina seguirá igualmente su curso. Lo fácil era lo que han hecho los demás partidos, ceder a la imposición pagando y callando. Lo correcto era no plegarnos al apremio y luchar por la piscina y por el dinero y hemos sido los únicos que hemos hecho lo correcto.
