sábado, 19 de febrero de 2011

Crear polémicas a cañonazos

Aquí nadie pierde la ocasión de generar polémica con lo primero que venga a mano, da lo mismo que sea con un paseo entero que con un trozo de cañón que se encontró al excavar por allí. La cuestión es morder a la yugular descarnar al contrario todo lo posible.

Recuperación del cañón del mercado - Vinaròs News-
Primero habría que ver si un cañón del siglo XIX, más que arqueológico es un bien etnológico que merezca tanto bum-bum como el que se le está dando. No obstante, se lo considere como se lo considere, yo tengo muy claro que todo el mundo ha seguido el procedimiento habitual que se pone en marcha cuando se producen hallazgos de este tipo.

La empresa que lo encontró lo notificó a la institución para la que trabaja que es el Ministerio de Fomento, y este la Consellería de Cultura de la Generalitat. Por lo visto cada uno de ellos ha dicho la suya y la última, la Generalitat, ordenando que se lleve a Peñíscola que tiene la suerte de tener un museo subvencionado, y no que se quede en Vinaròs -donde debería- con el pretexto de que Vinaròs no ha tenido la suerte de que la Consellería le subvencione ningún museo, ni de la mar, de la tierra, ni del aire. Evidentemente, ahora le toca el turno al Ayuntamiento que recurrirá la decisión de la Consellería porque repito que, para mí, es un bien etnológico, más para ornamentar plazas o rotondas que para ser expuesto en ningún museo.

Desde luego su sitio está en Vinaròs junto al otro cañón, aquel que estuvo en la plaza del mercado y que “desapareció” durante la Alcaldía de Moliner, para “aparecer” en un camino al poco de haberse montado la marimorena tras saberse de su “desaparición” y que desde entonces está guardado en el Almacén Municipal a la espera de alguna ubicación más idónea.

Si la  historia que entonces oí y que voy a contar es cierta, estos partidos y entidades culturales que tanto se preocupan y tanto revuelo montan por lo que más parece un tubo descompuesto por el óxido que un cañón, mejor harían preocupándose en controlar donde puedan estar los otros dos cañones que, junto con el que “desapareció temporalmente” parece que también se sacaron del fondo del puerto cuando hace 30 años se dragaba la zona frente a la lonja actual. Entonces la empresa del dragado también debió hacer sus deberes, ya que destapó la caja de las peleas entre los que querían quedarse con ellos. La Marina de Guerra porque decía que eran suyos; el Grupo de Puertos porque se encontraron en su dársena; los de Cultura por ser un bien cultural y, lógicamente el Ayuntamiento.

Esta guerra se terminó quedándose en Vinaròs el primer cañón sacado del mar, el único que se había bajado a tierra desde la draga y, los otros dos, después de tiempo y más tiempo esperado una decisión y estorbando las maniobras en cubierta, “accidentalmente”, se cayeron al mar donde deben seguir “la mar” de tranquilos ajenos a las polémicas de entonces y de ahora.

Hala, estos nuevos "condestables" (que es como se les denomina en la Marina a los artillerros) ya tienen un nuevo tema en que ocupar mucho mejor su tiempo, averiguando sobre algo que, de ser así, nos sería mucho más de provecho.


Entonces aún no había prensa electrónica pero cuando lo de la  sustracción del cañón de la plaza del mercado ya sí. Vean la noticia en el siguiente enlace al Vinaròs News de entonces.  Por cierto: ¿Se terminó la investigación? ¿Se supo quien fue?